Respuesta a entrevista de Franklin Chang

Entrevista a Franklin Chang (02 de agosto)

www.nacion.com/ln_ee/2007/agosto/02/pais1189062.html

Con mucho respeto y admiración tengo que manifestar que me preocupan sus palabras.

Algunas contradicciones en sus respuestas y muchos rodeos harían pensar que el silencio era su mejor opción pero no, decidió hablar. No dudo que usted sabe lo que sus palabras significan para este pueblo. Usted mismo lo dice:

“No quiero sesgar el asunto.”

“¿Entonces no hará campaña?”

“No veo una cosa que sea importante para mí. Me comporto como me comporto y opino lo que opino, pero son opiniones personales. No quiero meterme en un juego de mover a la gente.”

Usted es uno de los costarricenses más queridos y conocidos en nuestro país. Sabe que sus palabras son de mucho peso y usted sabe que sólo eso es campaña. Sin embargo, creo muy correcto que se manifieste y que el resto de figuras públicas lo hagan:

“Estoy consciente de mi posición ante el pueblo. Me he abstenido para dar tiempo a los costarricenses a estudiar y que cada uno tome una opinión sin sesgos de otros, pero ha llegado el momento de manifestarse, porque el 7 de octubre está cercano. Somos o no somos”.

Cierto, Don Franklin ‘somos o no somos’. Me gustaría conocer los argumentos para su decisión a favor. En la entrevista tengo algunos pero hace falta mucho más peso.

Por ejemplo, coincido también con usted en que la Ciencia y la Tecnología se van a ver directamente beneficiada con el TLC.

Como bien dice el informe de notables:

“En las empresas de base tecnológica podría esperarse una generación de puestos de trabajo altamente calificados...”

Yo pertenezco al sector de la tecnología y estoy seguro que es un sector que se encuentra bastante bien con la inversión extranjera ya existente gracias a otras políticas de apertura. El sector tecnología no es prioridad en el país. No digo que no sea importante, sólo digo que beneficiar el sector tecnología a costa de perjudicar otros sectores más necesitados no es una buena estrategia de desarrollo para el país en general.

Sobre la propiedad intelectual no hay mucho que decir. Una simple pregunta puede responder eso: ¿será que necesitamos un TLC para incluir propiedad intelectual en nuestro país? Por otro lado, la propiedad intelectual se enfrenta con un problema cultural que se debe manejar con cuidado y no empaquetarlo .

“¿Alguien le ha pedido que manifieste su posición por el SÍ?”

“Sí, mucha gente.”

No me cabe la más mínima duda, lo que no me deja de preocupar es cuánto, que sería la pregunta que debió haber hecho el reportero. Estoy seguro de que ha recibido presión de ambos grupos pero al fin y al cabo usted es el que habla al final.

Me preocupa, en particular, y mucho este comentario:

“El país se puede salir en cualquier momento del TLC. Vale la pena hacer la prueba y, si no queda bien, nos salimos, pero no podemos hacerlo en reversa.”

No, señor Franklin. No es así. Usted lo sabe. Actualmente tenemos la Cuenca del Caribe si entramos al TLC y luego nos salimos, nos quedamos sin nada. Usted sabe eso. Estoy seguro de que lo sabe. Realmente no entiendo porque dice que podemos “probar”. Usted dijo antes que quería que no “quería sesgar el asunto”, entonces a hablar las cosas como son.

“Ha sido un poquito sesgada y demasiado emocional. Tenemos que sacar la parte emotiva del asunto y concentrarnos un poquito en la realidad. Dónde queremos ir, cómo nos va a afectar eso...”

Y ¿cuál es la realidad? Una América Latina mareada con políticas externas, un juego de nunca acabar de quienes creen o dicen tener las soluciones de los problemas de otro. Yo lo que veo es desigualdad ante una apertura comercial desmedida que se coloca como un fin en sí mismo, como si ella sola nos fuera a llevar al desarrollo. Uso sus palabras:

“¿Dónde queremos ir?”

Lo mismo le pregunto a los gobernantes de nuestro país. ¿Para dónde llevan el barco? Y ante la ausencia de una respuesta directa tengo que entender para donde las corrientes de la apertura comercial nos lleven.

“Se habla mucho de retórica, de soberanía y estas cosas… diay, vivimos en un planeta que está interconectado y ya no tenemos más remedio que jugar este juego. O nos vamos a otro planeta...”.

Esto es mucho decir. Primero me considero un ciudadano del mundo pero los países parecen no estar de acuerdo con esto. Costa Rica me acepta como su ciudadano y mientras eso sea así defenderé la soberanía que me acoge. Por lo mismo, estaría dispuesto a aceptar una libertad TOTAL de fronteras entre Costa Rica, los demás países centroamericanos, Estados Unidos, y cualquier otro país que esté dispuesto. Sin embargo, mientras esa libertad se limite al comercio hay que analizar mejor las cosas y responder su pregunta: “¿Dónde queremos ir?”

No podemos ir renunciando a la soberanía sólo por pensar que el mundo va a ser uno solo algún día. De cierta forma nuestra soberanía es nuestro tiquete de entrada para que eso suceda. Si no alguien más se puede quedar con todo.

“Los costarricenses somos educados, capaces de tomar decisiones. No tenemos que esperar que nadie nos empuje.”

Bien dicho! Por lo mismo es que "En la avenida del Cafta, Costa Rica marcha solitaria en sentido opuesto. Sus vecinos centroamericanos observan en silencio, y en Nicaragua a duras penas nos interesamos por los titulares de los medios informativos" Yálani Zamora A (Artículo Completo)

A algunos nos llaman soñadores por luchar por un futuro diferente y mejor. Otros muchos son soñadores porque viven, hoy, una realidad que no existe.